04 diciembre 2010

Ricardo Wagner


m. Genio

Bonaparte




Resulta que había una isla llamada Córcega, perteneciente a la cuña francesa. En tal islilla, en 1769, nació quien fuera uno de los mayores estrategas conocidos por el género humano. Pasado que sería un tiempo equis, al fin del cual Bonaparte encontrabase ya con su fama a cuestas, este personaje diría: “Donde con toda seguridad encontrarás una mano que te ayude será en el extremo de tu propio brazo”. Ya en 1784, fue cadete en la Escuela Militar de Brienne, y al año siguiente termina sus estudios en la Escuela Militar de París. Cuatro años más tarde participa en la insurrección de Córcega y, llegado que fue el 1793, nuestra novelesca figurilla del día de hoy es ascendida a general de brigada por sus méritos de guerra. Aunque poco tiempo después es nombrado General en jefe del ejército de Italia, donde obtiene numerosas victorias; y se casa con una tal Josefina de Beauharnais. Fin del párrafo.

29 noviembre 2010

Enano


Dimunuto en su especie.

Especie de disminución humana.

Minimización corporal.

Vlad Tepes


Vlad, el Empalador; Vlad III; Vlad Tepes. Etcétera. Lo mismo da, pues lo más interesante de este personaje será su desmedida crueldad y su exquisita imaginación en cuanto a los métodos de tortura y ejecución por él empleados contra sus enemigos y traidores. En efecto, como su nombre lo dice, Vlad preferirá el método del empalamiento para sembrar castigo.

Tomás de Torquemada


España, siglo XV.

Luego de que el venerable Pedro Arbués, tercer inquisidor de España, fuera asesinado a manos de una caterva de herejes y judíos, el poder de Tomás de Torquemada extendióse con autoridad sobre todos los reinos de las Coronas de Castilla y Aragón. Fue en 1482 cuando la Santa Inquisición tornóse pesada, irrisoria. En tal año, Torquemada fue nombrado Inquisidor General por Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla. Quien fuera aquel joven que ingresó en la iglesia como miembro de los domínicos, y en las ascuas soledades de la vida de monje desarrolló su carrera eclesiástica, se convertiría en el causante de la muerte de miles de seres humanos y la tortura de otro tanto, en lote aparte. Auspiciados por nuestro exquisito personaje, Torquemada, el Santo Oficio fue llenándose de iguales torturadores.